Provicario

Pbro. Ángel Eduardo Acosta Martínez

Provicario


Fecha de Nacimiento: 13/10/1967
Fecha de Ordenación: 31/01/1998

Cargos:

– Provicario Episcopal para la Vida Consagrada y SVA

– Párroco – Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, Apodaca

– Miembro de la Comisión de la Pastoral de la Cultura del Encuentro (DEDIIRCEC)

– Asesor – Franciscanos de María

Biografía:

Nació en el año de 1967 el 13 de octubre, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Hijo del matrimonio formado por la Sra. María Martínez Coronado y el Sr. Antonio Acosta Quiroz. Fue el 12avo hijo de 12 hermanos.

Su hermana Virginia, sintió el llamado a la vida consagrada e ingresa como religiosa a la congregación de las Oblatas de Jesús Sacerdote. Desde pequeño estuvo en contacto con la vida consagrada ya que acompañaba a su mamá a visitar a su hermana a todos los conventos y seminarios a los que la destinaban. Poco a poco iba surgiendo en él la inquietud de la vida consagrada.

En el año de 1986 fue admitido en el proceso vocacional en la Orden de Frailes Menores. Fueron sus primeros años conociendo la espiritualidad franciscana.

Su toma de hábito se realizó el 14 de agosto de 1988, con esto dio inicio a su año de noviciado y su primera profesión el 15 de agosto de 1989, ambas en el convento franciscano de nuestra Señora de Guadalupe, en Guadalupe, Zacatecas. En ese mismo año, comienza sus estudios filosóficos en el convento de Nuestra Señora de Zapopan, en Zapopan, Jalisco. Después de un año de servicio, llega al convento de Nuestra Señora del Refugio en San Pedro, Garza García, Nuevo León, donde cursará los estudios de teología.

Realizó su profesión solemne en la Orden de Frailes Menores el 2 de agosto de 1996 en la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, en Zapopan, Jalisco.

Al terminar sus estudios teológicos, fue ordenado diácono el 28 de junio de 1997. Ejerció su ministerio como diácono en Aldama, Tamaulipas en la Parroquia Madre del Divino Pastor. Fue ordenado sacerdote el 31 de enero de 1998. Posteriormente fue enviado a Roma, Italia para especializarse en Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana de Roma.

Una vez concluidos sus estudios, regresa a México y atiende pastoralmente las capillas de Cristo Rey, Nuestra Señora del Refugio, San Antonio y los Dolores en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León. De manera paralela, se desempeña como profesor de Historia de la Iglesia en el Teologado Franciscano, ubicado en este mismo municipio.

La obediencia lo llevó a ejercer su ministerio sacerdotal en muchos lugares: Santa Anita, Jalisco; Saltillo y Torreón, Coahuila; en Baja California en Vicente Guerrero; en la parroquia de la Santa Cruz en Guadalupe, Nuevo león; en la parroquia de la Sagrada Familia en San Nicolás de los Garza, donde tuvo una experiencia de un año viviendo como sacerdote diocesano; al terminar su experiencia en la Arquidiócesis de Monterrey, la obediencia franciscana le envía a la parroquia de la Santísima Trinidad en García, Nuevo León.

Es en este momento en que se siente llamado al vivir su sacerdocio ya no como fraile franciscano sino como sacerdote diocesano, por lo que se incardina a la Arquidiócesis de Monterrey. Su primer destino es como vicario en la parroquia de San Juan Bautista de Lasalle en la colonia Chepevera en Monterrey, Nuevo León.

Debido al lamentable fallecimiento del Padre Juan Antonio Rivera, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, le encomienda la comunidad parroquial de Santa Teresita del Niño Jesús, en Apodaca, Nuevo León.

En enero de 2019 es nombrado Provicario Episcopal para Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.